Es un comerciante francés, André Adolphe Disdéri, quien patenta en el año 1854, la carta o también llamada tarjeta de visita, este invento permitía cambiar la placa metálica (base del daguerrotipo) por placas de vidrio, entregando muchas copias en papel por un precio muy bajo. Esto contribuyó a que el retrato fotográfico quedara al alcance de todo el mundo, convirtiéndose en un recurso de presentación, identificación y memoria que se utilizó mucho en la segunda mitad del siglo XIX.
Las tarjetas de visita formaban parte determinante en el ritual de frecuentación de un hogar entre las familias acomodadas, se intercambiaban durante cumpleaños y días festivos, volviéndose un objeto de colección. De este ejercicio surge consecutivamente el álbum fotográfico.
Aspectos técnicos
La tarjeta de visita se hacía con una impresión de albúmina de plata creada en 1850 por Louis Désiré Blanquart-Evrard. En su elaboración se utilizaba albúmina de la clara de huevos para lograr que los elementos químicos se mantuviesen juntos y pegasen en el papel donde se imprimía.
También se usó la técnica el colodión húmedo, proceso logrado hacia 1851 por Scott Archer.
La plata que se usaba para sensibilizar la emulsión era principalmente plata fotolítica.
Una vez procesada la fotografía esta era pegada inmediatamente sobre un soporte rígido que con el tiempo incorporó algún tipo de diseño, principalmente los sellos que hacían mención a un fotógrafo o casa fotográfica, tanto al pie como en el reverso de la imagen.
