Una cuento que permite conocer las sorprendentes particularidades de la ranita de Darwin, hoy especie en peligro de extinción, es la nueva herramienta educativa presentada por el Museo, historia que permite sensibilizar a la infancia sobre el cuidado del medio ambiente, y a la vez, tratar el tema de la paternidad responsable.

El relato denominado “Un anfibio corazón”, surgió desde el mismo Museo y fue ilustrado por Rodrigo Torres, quien realizó este trabajo artístico en el marco de su práctica profesional de ilustración. Además, la elaboración de la historia contó con la asesoría científica de Camila Castro, Médica Veterinaria, magíster en ciencias mención Zoología, profesora USS - UST y parte de la estrategia de conservación de las ranitas de Darwin. El texto fue escrito por Dayana Arrepol, encargada de Comunicaciones del Museo.

El cuento se llama “Un anfibio corazón. La verdadera historia de la ranita de Darwin” y cuenta cómo un macho de la especie asume el rol del cuidado de las crías. Dicha característica hace única a esta especie y se denomina Neomelia, que consiste en que el macho introduce a los renacuajos en su boca hasta que su cuerpos ya están completamente desarrollados.

Eduardo Becker, director (s) del Museo destacó que este trabajo se enmarca en la línea de educación y mediación que desarrolla el Museo y que busca generar acciones de sensibilización en torno las especies nativas y el cuidado del medio ambiente. “Este tipo de iniciativas buscan dar un relato y conectar al público infantil con la labor que realiza el Museo, que por un lado exhibe y resguarda piezas patrimoniales, pero por otro, busca fomentar la comprensión de la naturaleza de la que formamos parte”.

El cuento fue presentado en formato kamishibai, o teatro de láminas, y fue lanzado recientemente frente a un numeroso público infantil que llegó hasta el Museo a conocer la historia. La introducción estuvo a cargo de Camila Castro, quien presentó una breve charla de la ranita de Darwin, posteriormente se presentó el cuentacuentos, y finalmente Rodrigo Torres relató el trabajo realizado en torno a la ilustración.

La jornada cerró con un taller de ranitas de origami, para que cada niño y niña pudieran llevarse sus propias ranitas, junto con la nueva historia, que desde el Museo se espera, sirva para seguir dando a conocer más sobre esta maravillosa especie de anfibio, presente solo en los bosques del sur de Chile y Argentina.